Desde hace un tiempo, el término Internet de las Cosas, o simplemente IoT, está muy presente en las noticias. De hecho, muchos fabricantes están lanzando al mercado dispositivos orientados a IoT. Sin embargo, ¿qué es el Internet de las Cosas, en qué consiste y por qué se llama así? En este post te lo explicamos todo. Tengamos en cuenta que el 60% de la población mundial está conectada a Internet. En consecuencia, es raro ver personas que no tengan al menos un teléfono inteligente o Internet en casa. Tanto es así, que precisamente con este fin se ha creado una tendencia llamada Internet de las Cosas. De esto precisamente vamos a hablar hoy en este post. Lo que buscamos es aclarar las dudas que hayan surgido al respecto.

¿Qué es el Internet de las Cosas (IoT)?

Cuando hablamos de Internet, lo que estamos hablando es la red de interconexión entre las diferentes computadoras en el mundo. Pues bien, el llamado Internet de las Cosas no es más que una red de interconexión digital entre dispositivos. Además, las personas y la propia Internet permite el intercambio de datos entre ellas. En consecuencia, permite la captura de información clave sobre el uso y desempeño de dispositivos y objetos. Como resultado, es posible detectar patrones, hacer recomendaciones, mejorar la eficiencia y crear mejores experiencias para los usuarios.

Por lo tanto, el Internet de las cosas es algo así como un concepto intangible. Es la conexión, por ejemplo, entre tu smartphone y los dispositivos inteligentes que tienes en casa para controlar la iluminación o el aire acondicionado. Otro ejemplo es una Raspberry Pi que controla la programación de tu televisor. También se aplica a un robot aspirador que configuras desde tu móvil para limpiar tu casa automáticamente cuando no estás.

El Internet de las Cosas nace, pues, a partir del momento en que los ordenadores ya no son los únicos los de la red de redes. De hecho, también involucra a los dispositivos que acceden a ella para obtener la información en tiempo real que necesitan para prestar sus servicios de manera eficiente y precisa.

Cómo funciona el Internet de las Cosas

Los dispositivos IoT están conectados con un proceso llamado M2M (máquina a máquina). En este proceso, dos dispositivos o máquinas cualesquiera se comunican entre sí utilizando cualquier tipo de conectividad (que puede ser por cable, Wi-Fi, Bluetooth, etc.). Por lo tanto, realizan su trabajo sin necesidad de intervención humana. Es el mismo concepto que las conexiones Peer to Peer de ordenadores para jugar online o compartir archivos.

Ciertamente, los diferentes dispositivos interconectados entre sí mueven una gran cantidad de datos. A esto hay que sumar los datos captados por sus diversos sensores. En consecuencia, un dispositivo IoT recopila, procesa y analiza una gran cantidad de información. Esta actividad incluye información sobre los hábitos y preferencias de consumo de cada usuario. Un ejemplo es poder gestionar su salud u otras utilidades del día a día. Es decir, cosas cotidianas como que si hay una avería en tu coche, el ordenador de a bordo puede mandar un aviso para llevarlo al taller.

Un ejemplo de dispositivo IoT es el altavoz inteligente Alexa de Amazon. Este se conecta a la red de redes para obtener información. Además, interactúa con otros dispositivos para darnos la posibilidad de controlarlos a través de simples comandos de voz. Poco a poco, los diferentes dispositivos en el día a día se van convirtiendo cada vez más en dispositivos IoT. Además, están interconectados entre sí con la idea de facilitarnos la idea.

¿Cómo nos influye IoT y cuál es el origen de su nombre?

En nuestra En el día a día, podemos ver una gran cantidad de objetos conectados que forman parte del Internet de las Cosas. De hecho, según las estadísticas, para 2025 tendremos alrededor de 41.600 millones de dispositivos conectados. Aquí tienes algunos ejemplos para que puedas entender el impacto de esto:

Vehículos autónomos: cada vez se habla más de coches autónomos. Es decir, sin que el usuario tenga que hacer nada más que decirle a dónde quiere ir. Lo que está claro es que los vehículos son cada vez más inteligentes. Vemos como incluyen pantallas táctiles y una enorme cantidad de sensores que hacen la vida más fácil al usuario.Robots aspiradores: cuentan con numerosos sensores que les permiten limpiar el suelo de la casa sin chocar con nada. Además de esquivar obstáculos de forma independiente.Hogar inteligente: los dispositivos inteligentes para el hogar incluyen muchos sensores de presencia. Estos les permiten encender las luces automáticamente, por ejemplo. Incluso incluyen sensores de temperatura o humedad que activan otros dispositivos. Incluso los asistentes como Alexa son dispositivos IoT.

¿Cómo afecta a nuestra vida diaria?

Entonces IoT no es más que conectar a Internet otros dispositivos que no sean nuestros ordenadores y aprovechar su conectividad. Y a medida que pasa el tiempo, más y más de ellos estarán en la red. ¿Qué tiene más potencial para esta evolución? Obviamente automóviles. En efecto, todos los automóviles, camiones y autobuses estarán conectados a la red de tránsito para reducir la cantidad de accidentes. Todo esto será gestionado por la suma de la información recopilada por cada vehículo. Además, el procesamiento local de cada vehículo y un servidor de alta potencia al que se conectarán todos en cada gran ciudad.

Otro ejemplo cotidiano son los hornos inteligentes que permiten ver lo que ocurre en su interior. ellos mientras cocina. También es posible controlarlos con un teléfono celular. Cortacéspedes automáticos que aprenden tu jardín y realizan el mantenimiento de forma automática. Sistemas de iluminación inteligentes que gestionan las bombillas según la intensidad en función de la luz del momento.

Son tantas cosas y aplicaciones que tiene este término que por eso su nombre es Internet of Things. En realidad, es una especie de entidad abstracta difícil de definir con exactitud, ya que engloba varios elementos a la vez. El internet de las cosas, a pesar de su nombre, no almacena datos ni datos de conocimiento humano. De hecho, lo que almacena es el comportamiento humano y la forma en que interactuamos a diario. Sin embargo, esto puede ser incómodo para muchos. De repente, hay muchos ojos y oídos que nos escuchan para recopilar datos sobre nosotros. Millones de máquinas aprendiendo nuestra rutina para hacernos la vida más fácil. Pensándolo bien, suena como una perspectiva inquietante por decir lo menos.

By Kaitlynn Clay

Trabajo como experto en UX. Me interesan el diseño web y el análisis del comportamiento del usuario. En mis días libres, siempre visito el museo de arte.